Cómo mantener una alimentación saludable durante el tratamiento contra el cáncer?.
- Dra Marcela García
- 26 oct 2024
- 3 Min. de lectura

Enfrentar un tratamiento contra el cáncer puede ser un camino lleno de retos, tanto físicos como emocionales. Durante este proceso, mantener una alimentación adecuada es fundamental para fortalecer tu cuerpo y ayudarlo a enfrentar los efectos de la quimioterapia o la radioterapia. Sin embargo, sé que las náuseas, la falta de apetito o los cambios en el gusto pueden hacer que comer sea una tarea difícil. Desde mi experiencia como médica de familia y con un enfoque en cuidados paliativos, quiero brindarte algunas pautas sencillas y prácticas para que puedas cuidar tu nutrición durante esta etapa.
Escucha a tu cuerpo, pero no lo abandones:
Uno de los mayores retos durante el tratamiento es adaptarse a los cambios en el apetito y en cómo percibes los alimentos. Tu cuerpo podría rechazar comidas que antes disfrutabas, o podrías sentirte sin ganas de comer. Es importante que respetes estos cambios, pero que no descuides tu alimentación.
Consejos para una alimentación balanceada:

1. Fracciona tus comidas: Si te resulta difícil comer grandes porciones, intenta comer pequeñas cantidades a lo largo del día. Cinco o seis comidas pequeñas pueden ser más fáciles de digerir y te asegurarás de obtener los nutrientes que necesitas.
2. Enfócate en alimentos ricos en nutrientes: Proteínas, vitaminas y minerales son esenciales para que tu cuerpo pueda reparar tejidos y mantener la energía. Incluye en tu dieta alimentos como huevos, pescado, pollo, legumbres, nueces, y productos lácteos si los toleras bien. Si la carne te resulta difícil de consumir, los batidos de proteínas y las sopas enriquecidas pueden ser una buena opción.
3. Hidratación constante: Mantenerte hidratado es tan importante como comer bien. Bebe agua, infusiones suaves o jugos naturales en pequeñas cantidades a lo largo del día, especialmente si los tratamientos causan sequedad en la boca o malestar digestivo.
4. Alimentos fáciles de digerir: Si las náuseas son un problema, prueba con alimentos suaves como purés, sopas claras, galletas saladas o arroz. Estos son fáciles para el estómago y pueden aliviar esa sensación de malestar.
5. Apóyate en tus seres queridos: A veces, simplemente el hecho de compartir una comida en compañía de amigos o familiares puede hacer que el proceso sea más llevadero. Pide ayuda para preparar alimentos o buscar recetas que te hagan sentir bien.
Adaptando tu alimentación según los síntomas:
Cada tratamiento y cada cuerpo es diferente. Hay quienes experimentan pérdida del apetito, mientras que otros pueden tener cambios en el sentido del gusto o en la capacidad de digerir ciertos alimentos. No te preocupes si no siempre puedes seguir una dieta ideal; lo más importante es escuchar a tu cuerpo y mantener una alimentación variada que te permita sentirte lo mejor posible.
Recuerda también que la sensación de fatiga, las náuseas o los cambios en el peso pueden tener solución, y hay estrategias que podemos trabajar juntos para minimizar su impacto en tu vida diaria.
Estoy aquí para acompañarte:
Mi compromiso es brindarte el apoyo que necesitas durante este proceso. Sé que cuidar de tu alimentación puede parecer complicado, especialmente cuando tu cuerpo está enfrentando tantos cambios. Desde la consulta, podemos trabajar juntos para adaptar tu dieta a tu situación personal, asegurándonos de que recibas el apoyo necesario para mejorar tu calidad de vida. No dudes en contactarme si sientes que necesitas orientación para cuidar tu nutrición durante el tratamiento.
Estoy aquí para acompañarte en cada paso del camino.
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